martes, 15 de noviembre de 2022

ORACIÓN MARAVILLOSA.


El humano se deja hipnotizar por lo externo y lo material, y dedica escaso tiempo a su alma y a su ser.


"Gracias, supremo ser, amor infinito, buena energía, paz serena, luz hermosa, descanso y fuerza de los que te aman.

Gracias por ser apoyo en los tiempos turbulentos, manantial de alegría, poder ilimitado y la mejor compañía.

Quiero, amado Dios Madre-Padre, que mi vida sea una donación gratuita de amor a ti y a los hermanos.

Quiero irradiar paz y luz, ser un faro para todos, un humilde instrumento de tu amor, dar amor y ser amor.

Unido a ti cambio el odio por compasión, los temores por fe, la ira por calma, y la soberbia deja el lugar a la humildad.

Gracias hoy y siempre por tu amor y tu misericordia. Me amas sin medida y yo quiero amarte sin fin. Gracias."






LA IMPORTANCIA DEL ENCUENTRO INTERIOR

 Es el tiempo preciso para hacer un alto en el camino, verificando nuestra carta de navegación, probablemente estemos perdiendo el rumbo y sea necesario rectificar la ruta.

Por vivir el día a día resolviendo dificultades y situaciones urgentes, dejamos que las cosas importantes pasen a un segundo plano, es ahí donde comenzamos a perder la perspectiva de la vida y los sueños se van quedando rezagados en él, a veces, lejano pasado. 


Es por ello que debemos aprovechar cada instante para hacer un encuentro interior que posibilite recuperar el rumbo para volver a soñar y encontrar la verdadera esencia de la Vida, el Amor y el Servicio.

Es importante que seamos conscientes de la diferencia que existe entre la Felicidad y el Placer; La Felicidad es un estado del Alma y el Placer es un estado de la mente. El placer es algo pasajero, efímero, tanto que en muchas ocasiones viene acompañado de tristeza y remordimiento. La Felicidad es más profunda porque está en nuestro espíritu y nos produce satisfacción real, es la tranquilidad que nos proporciona el actuar con Amor, Compromiso y con Dedicación.


Por eso nuestra responsabilidad es buscar la felicidad que nos brinde  ese estado de paz y tranquilidad, y que de igual forma nos convierta en instrumentos para hacer feliz a los demás.


La felicidad no se parece a la risa, no tiene tanto que ver con llegar a algún lugar , u obtener un titulo,  sino con seguir el rumbo que da sentido a nuestra vida.

Recuerda que en el reino de Dios no importa lo que se come ni lo que se bebe. Lo que importa es hacer el bien, vivir en paz y con alegría.

Y todo esto puede hacerse por medio del Espíritu Santo.

BUSCA TODO AQUELLO QUE TE PRODUZCA PAZ ESPIRITUAL.